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Los peruanos, tenemos el orgullo de contar con el buque escuela “UNIÓN”, de nuestra Marina de Guerra, que es a velas, siendo uno de los más grandes y modernos del mundo y además fabricado en el Servicio Industrial de la Marina (SIMA CALLAO).
Se ha dado a conocer que en el mes de julio el UNIÓN partirá para un crucero de estudios alrededor del mundo, visitando puertos de distintos países.
Es conocido que cuando nuestra Marina de Guerra hace cruceros de instrucción, se aprovecha para exhibir productos peruanos con lo que se contribuye al comercio exterior, pero además con exposición de nuestra cultura ancestral y de la historia peruana. En buena cuenta se convierte el UNIÓN en una embajada itinerante pues estrecha lazos de amistad con infinidad de otros países.
A lo antes señalado podríamos denominar “diplomacia naval”, como también hay la parlamentaria en que el Congreso de la República a través de las ligas de amistad parlamentaria, va creando vínculos de afinidad y de simpatía entre el Perú y otros muchos países. Un solo ejemplo, cuando las relaciones peruano-chilenas pasaban momentos de tensión en los años 2004 y 2005, bastó que los presidentes de los congresos de ambos países hicieran una declaración conjunta, para que las relaciones bilaterales mejorasen sustancialmente.
En los últimos tiempos se ha objetado cierta pasividad de nuestra Cancillería para hacer conocer al mundo lo ocurrido en el Perú con la vacancia presidencial de Pedro Castillo y su reemplazo legítimo por quien fuera su vicepresidenta Dina Boluarte, a quien le correspondía sustituirlo de acuerdo a la línea de sucesión presidencial prevista en nuestra Constitución.
Se recomendó a la Cancillería, desde diferentes sectores, que nuestras embajadas fuesen muy activas en las explicaciones requeridas, pero no se han visto los frutos, sea porque no hicieron su tarea o no le pusieron el empeño debido o quizás también porque las instrucciones impartidas no fueron suficientemente claras.
También se sugirió el nombramiento de embajadores itinerantes extraordinarios, con buenas relaciones internacionales, amplio conocimiento de nuestra realidad, que pudiesen recorrer diferentes latitudes con el mismo propósito. Hubo oídos sordos.
Hoy se abre una magnífica ventana de oportunidad con el recorrido del buque escuela “UNIÓN”, en que podría embarcarse algún embajador de prestigio y con suficiente experiencia, para que informe en cada país de arribo la situación peruana, aclarando la percepción que existe en algunos lugares del extranjero sobre el acontecer peruano. Ello por supuesto en coordinación con nuestras embajadas.
Ante expresiones erráticas expuestas en el extranjero, por quienes desean el caos en el país, tiene que levantarse la verdad y para ello nada mejor que la Cancillería haga su labor y que la haga bien pues además tiene que mantener el prestigio de Torre Tagle.